Mostrando entradas con la etiqueta Te quise más que a mí. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Te quise más que a mí. Mostrar todas las entradas

lunes, 25 de septiembre de 2023

Te quise más que a mí

El amor es un sentimiento complejo y muchas veces añade un nivel de confusión y dolor en nuestras vidas. A lo largo de nuestra existencia, es común que nos enamoremos de personas que no necesariamente nos convienen o nos tratan como deberían. Pero tal vez la situación más dolorosa es cuando nos descubrimos enamorados de alguien que nos hizo daño, que nos lastimó y nos dejó con cicatrices emocionales profundas. En ocasiones, nos involucramos con alguien que pone sus propias necesidades y deseos por encima de los nuestros, y nos quedamos atrapados en un ciclo tóxico de amor y dolor. Nos aferramos a esa persona, esperanzados de que algún día cambien, de que nos valoren y amen de la misma manera en que nosotros los amamos a ellos. Pero a menudo, esa esperanza es en vano. Te quise más que a mí. Estas palabras resonarán en nosotros cuando logremos abrir los ojos y ver que pusimos a alguien por encima de nosotros mismos. Nos entregamos sin medida, sin escatimar en esfuerzos ni en amor, pero esa persona nunca pudo correspondernos de la misma manera. Nos dimos cuenta de que nos amamos más a nosotros mismos cuando estuvimos dispuestos a renunciar a nuestra propia felicidad para mantener viva una relación que no estaba sana. En este proceso, perdemos nuestra esencia, perdemos nuestra individualidad y nos convertimos en sombras de quienes éramos antes de conocer a esa persona. Perdemos la perspectiva y creemos que el amor verdadero debe ser doloroso, que debemos sacrificarnos constantemente para demostrar nuestro amor. Pero en realidad, el amor sano y verdadero nos complementa, nos nutre y nos hace crecer como individuos. Es importante recordar que merecemos ser amados de la manera en que amamos a los demás. Merecemos ese amor que nos construye, no aquel que nos destruye. No debemos conformarnos con alguien que nos quite nuestra paz interior, nuestra alegría y nuestra confianza. Merecemos una relación en la que ambos se esfuercen por mantener viva la llama del amor, en la que ambos sean capaces de dar y recibir, de apoyarse mutuamente en los momentos difíciles. Te quise más que a mí, pero ahora me quiero a mí mismo. He aprendido a amarme, a valorarme y a cuidarme. He entendido que no debo sacrificar mi propia felicidad por alguien que no está dispuesto a hacer lo mismo por mí. Me he dado cuenta de que merezco una historia de amor donde la reciprocidad y el respeto sean el fundamento. Así que, si en algún momento te encuentras atrapado en una relación tóxica, en la que entregas más de lo que recibes, tómate un tiempo para reflexionar. Aprende a quererte y respetarte lo suficiente como para decir "no" a lo que no te hace bien. No te conformes con menos de lo que mereces. Te quise más que a mí, pero de ahora en adelante siempre seré mi prioridad. Porque si no me amo a mí mismo, no podré amar a nadie más de la manera que merecen ser amados. En conclusión, el amor no debe hacernos perder nuestra propia identidad y felicidad. Aprender a amarnos a nosotros mismos y establecer límites en nuestras relaciones es fundamental para cultivar un amor sano y duradero. No te conformes con menos de lo que mereces, la felicidad y el amor verdadero están reservados para quienes se aman y respetan a sí mismos. Te quise más que a mí, pero ahora me quiero a mí mismo y eso es lo más importante.