viernes, 1 de agosto de 2025

Enrique Rojas - Etapas de la Vida

Enrique Rojas, un psiquiatra español, ha explorado las diferentes etapas de la vida en sus obras y conferencias, destacando la importancia de cada fase y cómo afrontarlas con inteligencia y voluntad. Él aborda la infancia, la juventud, la madurez y la tercera edad, señalando las características y desafíos particulares de cada una.

Aquí hay un resumen de las etapas de la vida según Enrique Rojas:

Infancia:
Un período de descubrimiento y aprendizaje, donde el niño absorbe todo lo que le rodea como una esponja.

Juventud:
Una etapa de rebeldía, inconformismo y búsqueda de posibilidades, pero también de posibles errores y desafíos.

Madurez:
Una fase de equilibrio, donde se aprende a darle a las cosas la importancia que realmente tienen y se hace un balance personal de lo vivido.

Tercera Edad:
Una etapa de serenidad, reflexión y aceptación de la propia vida, buscando la reconciliación con uno mismo.

En su libro "Vive tu vida", Rojas ofrece sugerencias y observaciones psicológicas para cada etapa, ayudando al lector a superar dificultades y a encontrar la felicidad en cada fase, según sus propias circunstancias, según Amazon. El libro también incluye pruebas y casos prácticos para ayudar al lector a explorar su propia evolución psicológica.

Además, Rojas ha señalado que la definición de felicidad evoluciona a lo largo de la vida y que, en la madurez, la felicidad se encuentra en la reconciliación con uno mismo. En sus investigaciones, Rojas ha explorado los diferentes pilares que contribuyen a la felicidad, incluyendo la autoestima y la capacidad de superar los desafíos de cada etapa, según Farmacia Vieitez

jueves, 12 de junio de 2025

Una lección de amor

Amar no es solo un sentimiento que aparece en ráfagas de intensidad; es una práctica cotidiana, humilde y a veces difícil. La verdadera lección de amor no viene envuelta en grandes gestos románticos, sino en las pequeñas decisiones que tomamos una y otra vez: elegir escuchar cuando preferiríamos hablar, ofrecer ayuda sin esperar reconocimiento, y sostener límites con ternura cuando es necesario.

Amar implica ver al otro con claridad —sus virtudes y sus defectos— y, aun así, decidir acompañarlo en su camino. No significa borrar el dolor ni solucionar todos los problemas; significa estar dispuesto a caminar junto al otro, aceptar que ambos pueden equivocarse y aprender a pedir perdón. El perdón no es un borrón que reescribe la historia, sino un acto que libera y permite reconstruir la confianza desde la responsabilidad compartida.

También es una lección de humildad: el amor requiere que dejemos de intentar controlar la vida del otro y aprendamos a celebrar su libertad. A veces amar es soltar. A veces amar es mantenerse firme. Ambas opciones nacen de un lugar sano cuando están guiadas por respeto y honestidad.

Finalmente, amar se aprende practicándolo con uno mismo. Quien no se trata con cuidado difícilmente podrá cuidar a otro sin perderse. La compasión interna —aceptar nuestras fallas, cuidar nuestras necesidades y exigir respeto— se refleja en la calidad del amor que damos.

La lección esencial, entonces, es esta: el amor madura en los gestos cotidianos, en la paciencia que se elige, en la vulnerabilidad que se comparte y en la libertad que se respeta. Amar bien no es perfecto; es consciente, generoso y, sobre todo, coherente.

martes, 15 de abril de 2025

Contar hasta diez

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