lunes, 29 de septiembre de 2025

La casa de los nombres

En la casa donde antes vivían los rostros,
las palabras se esconden tras cortinas de polvo.
Un nombre se convierte en un jardín sin sendero,
la dirección de un recuerdo se pierde en el cielo.

Tus manos buscan fotos en un cajón de luz,
tocan sonrisas que tiemblan como hojas.
El tiempo dobla esquinas que antes reconocías;
los minutos vuelan con pañuelos de memoria.

A veces vuelves, como un faro que titila,
con fragmentos de un verso, con el olor de la lluvia.
Otras, te quedas en la puerta del silencio,
mirando adentro como quien intenta recordar el mapa.

Yo hablo despacio, te nombro la distancia,
te ofrezco un nombre nuevo cuando el viejo se pierde.
Porque amar es aprender a sostener las manos
aunque el camino vuelva a olvidarlo todo.


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